En 2015 se oficializó el descubrimiento de la Ciudad Blanca, también conocida como la ciudad perdida del dios mono. Luego de este anuncio oficial me dediqué a investigar profundamente sobre este descubrimiento para componer este musical. Me llenó de mucho interés saber que había una conexión con el Nueva York de los años 40, porque curiosamente en 1933 se había estrenado la película King Kong en el Radio City Music Hall de Nueva York. También me llenó de gran interés saber que los elementos tecnológicos de nuestro tiempo ayudaron a descubrir esta maravillosa ciudad perdida.
En la fase final del proceso de composición me reuní con Steve Elkins, el explorador que descubrió la ciudad perdida, le mostré mi libreto musical y le conté cómo se iba armando la historia. Me encantó ver su cara de felicidad cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo, de hecho, lo invité a grabar la narración de apertura de mi musical en el estudio de grabación, lo cual fue una experiencia maravillosa poder grabar su voz.