Compuse esta obra musical en 2011 y está basada en una extensa investigación. Mi interés por investigar el calendario astronómico maya comenzó a fines del 2009, investigué el ciclo largo de 25,625 años, que los mayas llamaban el día galáctico, y este estaba conformado por 5 mini-ciclos de 5,125 años. Al inicio de cada mini ciclo late el corazón de la galaxia que los mayas llamaron Hunab Ku, y lo hace con un resplandor, cada palpitación altera el universo y las estrellas, provocando situaciones catastróficas. El día galáctico se compone del amanecer galáctico, la mañana galáctica, el mediodía galáctico, la tarde galáctica, la noche galáctica.
En el año 2012 estábamos entrando en un nuevo día galáctico, estábamos en el nuevo amanecer, en el inicio de una nueva era donde la oportunidad de quitarnos las ropas sucias de nuestras almas y ponernos ropas renovadas era el mensaje de los mayas. El viejo tuvo que morir para dar paso al nuevo hombre. En base a este hecho compuse esta pieza que considero una de mis obras maestras del rock.
El significado de mi pieza es la reconciliación entre la parte A y la parte B. Entre la parte A y la B hay un mediador y esta vez es Kukulkan a quien también se le llama el espíritu del viento, Kukulkan es una deidad de alto rango en la mitología maya. Honduras es un país centroamericano con una de las ciudades mayas más importantes del mundo, esta ciudad es Copán, llamada La Acrópolis Maya. Elegí a Honduras como parte A y parte B sus ciudadanos y como escribí anteriormente Kukulkan es el mediador. Esta pieza cuenta con 5 partes que desarrollan la historia, la tercera parte es la que describe el ceremonial en la Acrópolis Maya donde los ancestros mayas dan la bienvenida al nuevo sol que trae renovación.
